Para vivir verdaderamente es necesario renacer, para renacer es imprescindible "morir" y para "morir" es imprescindible DESPERTAR". G.I. Gurdjieff

viernes, 20 de noviembre de 2015

ORACION ESENIA

 
 
Padre-Madre, aliento de Vida.
Fuente del sonido,
Acción sin palabras,
Creador del Cosmos.

Haz brillar tu Luz dentro de nosotros,
entre nosotros y fuera de nosotros,
para que podamos hacerla útil.

Ayúdanos a seguir nuestro camino,
inspirando el sentimiento que emana de Ti.

Que nuestro Yo, siguiendo Tu mismo paso,
pueda estar Contigo, a fin de que caminemos como Reyes y Reinas
con todas las demás criaturas.

Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros,
pues de ese modo, sentiremos la Sabiduría que existe en todo.

No permitas que nos engañe la superficialidad y
la apariencia de las cosas del mundo,
y libéranos de todo lo que impida nuestro crecimiento.

No dejes que nos olvidemos de que Tú eres el Poder y
la Gloria del mundo, la canción que se renueva a
través de los tiempos y que todo lo embellece.

Que solo en Tu amor puedan crecer nuestros actos.

¡Así sea!

miércoles, 18 de noviembre de 2015

¿DE QUÉ VAMOS?


 
Toda búsqueda espiritual, empieza con el planteamiento de estas tres preguntas ¿Quién soy?, ¿de dónde vengo? ¿Hacia dónde voy?. Estas tres preguntas se convierten así en el motor del despertar y compañeras de viaje hacia esa búsqueda de la Verdad.

 Cuando llamamos a la puerta del Templo de una orden iniciática, no sabemos lo que nos vamos a encontrar, entramos (o deberíamos entrar) por la puerta pequeña, ni desnudos ni vestidos,  con los ojos vendados, y nuestras mochilas vacías, y con  pasos tambaleantes iniciaremos nuestro recorrido,  con  nuestra confianza depositada en unos hermanos que no conocemos, que no sabemos quienes son, pero se nos presentan como hermanos.

 Antes de poder entrar en el Templo, se nos exige estar en recogimiento con nosotros mismos, de regreso  al útero,  a la cueva, a la madre, en un proceso de introspección, de vuelta a los inicios… Y así, con un nuevo nacimiento, estamos preparados para empezar a caminar… Se nos ha abierto la puerta,  pero solo nosotros, seremos los responsables y los protagonistas de este verdadero recorrido hacia la Vida.

 No se puede denominar iniciado a todo aquel que haya sido sometido a un proceso iniciático,  pues una persona no se convierte en iniciada por hecho de haber sido sometido a un ritual, este ritual es la llave que va a permitir a todo aquel que osé,  abrir la puerta de la conciencia.

Cuando decides ingresar en una orden iniciática, y escribo desde mi propia experiencia, se da por supuesto que todos los miembros que la integran tienen unas inquietudes, pensamientos, creencias…, no idénticas, pero si de acuerdo a unos criterios  espirituales  y materiales conformes a un ideal, a un objetivo, sea el que sea…, y que por supuesto, no  contraria  por lo menos a los principios que promulga.

 Quizás el verdadero problema está en cada uno de nosotros, en no tener claro, desde la honestidad y la humildad, qué es lo qué verdaderamente buscamos cuando nos convertimos en miembro de una organización de este tipo, todo es lícito, todo es respetable, sino es contrario a Derecho, pero debemos de conocer cuales son las consecuencias de nuestras acciones y de nuestros actos y recordad sin olvidar, el verdadero significado de las palabras e ir más allá de la apariencia.

Debemos preguntarnos una y otra vez, ¿quién soy?, ¿de dónde vengo? ¿Hacia dónde voy?, pues puede ser muy peligroso para nuestro peregrinaje, olvidarnos quien somos, creernos que somos quienes no somos, creer que hemos aprendido todo en nuestro camino de venida, del que venimos "cargaditos de todo" y parece que con ansias de más, y lo peor, lo peor de todo,  no saber hacia donde vamos o dejarnos guiar por ciegos que creen haber visto la luz.

Me duele  y me duele mucho ver como las escenas se repiten, representando la misma obra teatral, son los mismos personajes pero diferentes son los actores; Las máscaras de la tragicomedia son adornadas cada vez con más florituras, cada vez son más los títulos, los nombres y renombres; cada vez con más riqueza en los adornos de las vestiduras, alejándonos más de la túnica sin costuras del iniciado. Cada vez más lejos del verdadero Mensaje Crístico.

Y en definitiva, la sensación de lejanía de nuestra esencia, de las Enseñanzas de aquellos que dieron su vida por el Credo del verdadero Conocimiento, aquel que no entiende de diferencias, ni de razas, ni de estamentos sociales, ni de sexo, ni de religión; Aquel que nos une y que no nos separa, porque todos tenemos la misma esencia, la esencia de la chispa divina, que es la que nos hace  reconocernos como hermanos en la iguadad y  un Todo en la Unidad.

Por todo ello... ¿De qué vamos?

NND