Para vivir verdaderamente es necesario renacer, para renacer es imprescindible "morir" y para "morir" es imprescindible DESPERTAR". G.I. Gurdjieff

jueves, 29 de septiembre de 2016

URIEL, EL CUARTO ARCANGEL











El arcángel Uriel, patrón de los que buscan la sabiduría


Hoy día 29 de septiembre, es la festividad de los tres Arcángeles, Miguel, Gabriel y Rafael, pero en el Cristianismo Antigüo también se veneraba al Arcángel Uriel.

Sucedio en el hasta el año 745, durante el Concilio de Roma, que el papa Zacarías, prohibió su nombre e hizo también que se destruyeran sus imágenes en las iglesias de Roma. Parece ser que lo que pretendía este Papa era aclarar la enseñanza de la Iglesia sobre el tema de los ángeles y poner freno a una tendencia de hacia culto a los ángeles y a la obsesión por la intervención e idolatría angélica; borró el nombres de muchos ángeles ‘de la lista de los elegibles’ para su veneración en la Iglesia de Roma, entre ellos Uriel. Sólo el repeto de los arcángeles mencionados en el canon católico reconocido de las escrituras, Miguel, Gabriel y Rafael, fueron considerados lícitos.

A pesar de esta prohibición, el arcángel Uriel continuó presente en las mentes de los fieles. Aún se pueden encontrar imágenes del arcángel Uriel que datan del siglo 17 en iglesias de América del Sur.

La Iglesia Ortodoxa Oriental venera al arcángel Uriel y lo conmemora junto con los otros ángeles y arcángeles durante la "Synaxis del arcángel Miguel y los otros poderes" el 8 de noviembre. También la Iglesia Anglicana lo incluye entre los arcángeles. La Iglesia Copta, por haber conservado la Biblia Septuaginta, que contiene el Libro de Enoc, siempre ha venerado al arcángel Uriel.

En los evangelios apócrifos de la Biblia, Uriel ayuda a Juan el Bautista a sobrevivir la masacre ordenada por Herodes. Lo lleva junto con su madre a Egipto, y los reúne con la Sagrada Familia. En el Apocalipsis de Pedro es el Ángel del Arrepentimiento. En la tradición apocalíptica, Uriel tiene la llave del Infierno, que abrirá al Final de los Tiempos.

El judaísmo no reconoce oficialmente al arcángel Uriel, pero su nombre aparece en varios textos apócrifos y en las tradiciones místicas.

El arcángel Uriel aparece nombrado en el Libro de Enoc. Uriel intercede ante Dios por la humanidad, en relación a los ángeles caídos y sus hijos, los Nephilim. También advierte a Noé del diluvio.

Uriel también es mencionado en el Testamento de Salomón y en el Apocalipsis de Esdras, donde instruye al profeta Esdras sobre la verdad.

En Leyendas de los judíos, fue el ángel que dio nuevo nombre a Jacob. También guía a Abraham y marca las puertas de las casas de los hebreos en Egipto para protegerlos.

En el Libro de Adán y Eva, Uriel es el querubín que permanece junto a las puertas del Edén con una espada ardiente para evitar el acceso al árbol de la vida. También es uno de los ángeles que dio sepultura a Adán y a Abel, y es quien saca del Edén a Adán y Eva después de la caída. En las tradiciones místicas, Uriel es el ángel del domingo, ángel de la poesía, y uno de los Sephiroth sagrados.

El arcángel Uriel es el patrón de los que buscan eliminar la ignorancia. Protege a los maestros, líderes espirituales, sacerdotes, filósofos, rabinos, gurús, ministros y a todos los que aman la sabiduría espiritual.

Es el arcángel de la flama rubí. Fomenta el servicio divino y es el líder de los ángeles guardianes. Con su llama divina ayuda a esparcir la verdad y la sabiduría por el mundo.

Todas las cualidades del arcángel Uriel lo hacen el arcángel protector de la espiritualidad, la sabiduría y la devoción por la verdad. Junto con el Ángel de la Guarda, Uriel vela porque el camino del ser humano sea recto y su visión clara. Su llama enciende en el ser el deseo de servir en la misión de despertar la conciencia humana para lograr alcanzar la paz y la gloria de Dios.